Con el asesinato hace una semana de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, con 40 años de trabajo en la Sierra Tarahumara, suman siete los religiosos que han perdido la vida en lo que va de la administración federal, víctimas víctimas de la violencia e inseguridad del país, asevera el rector del ITESO, Alexander Zatyrka.
“Esta noticia nos ha conmocionado y deja claro que todos y todas estamos expuestos a ser víctimas de la violencia e inseguridad que se han enraizado en México y que en promedio cobran la vida de más 2 mil 500 personas cada mes. Con su muerte suman siete los religiosos que han sido asesinados en lo que va de este sexenio, cifra que se eleva a 48 si añadimos los sacerdotes víctimas de homicidio en los dos sexenios previos”.
Así como sucede con los periodistas, esta situación de violencia, ha convertido a México en el país más peligroso para el ejercicio del sacerdocio, sostiene el rector del ITESO. (Por Gricelda Torres Zambrano)