Tras permanecer cerrado por seis años, al sufrir daños por las obras de la Línea 3 del Tren Ligero, finalmente reabrió sus puertas el templo de San Francisco de Asís en el cruce de Prisciliano Sánchez y Paseo Alcalde.
El edificio del siglo XVI sufrió afectaciones, no por el paso de la tuneladora, sino por las obras preventivas para protegerlo de la vibración, pues la lechada que se colocó en el subsuelo provocó que la parte nororiente del edificio se levantara y le causó grietas al edificio transversal y longitudinalmente. En la voz el rector del recinto, fray Gabriel Martín Cardiel Ponce:
“Nosotros los encargados somos los que tenemos que estar monitoreando simplemente el ingreso no hay ninguna restricción más que se pudiera llenar al 100% pero creemos que no va a ser el momento”.
La restauración corrió a cargo de personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, el INAH y expertos de la UNAM. (Por Héctor Escamilla Ramírez)