Desde el Teatro de la República en Querétaro, la presidenta Claudia Sheinbaum envió las reformas para cancelar la reelección y para prohibir el nepotismo.
“Hoy, 5 de febrero no puedo dejar pasar la fecha, así que estoy enviando al Congreso de la Unión dos nuevas reformas constitucionales, la primera, en honor a la Constitución de 1917 la no reelección a ningún puesto de elección popular, sufragio efectivo no reelección; la segunda, la prohibición expresa de que ningún familiar pueda suceder de manera inmediata a otro tratándose de un puesto de elección popular, es decir, no al nepotismo”.
Por cierto que por considerar que le ha faltado al respeto, la titular del Ejecutivo no invitó a la presidenta de la Suprema Corte, Norma Píña, pero sí sentó en primera fila a las tres ministras obradoristas. (Por Arturo García Caudillo)