El Pleno del Senado de la República aprobó puntualizar en la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, el beneficio de recibir una pensión no contributiva a partir de los 68 años y desde los 65 para la población indígena y afrodescendiente. A pesar de que la reforma fue apoyada por unanimidad, se queda corta y debería homologarse a la realidad, dice el panista Damián Zepeda.
“Porque la reforma constitucional que se aprobó fue limitativa. Todos los adultos mayores de este país, y lo digo emanado del Partido Acción Nacional, merecen un apoyo de parte del gobierno, porque han trabajado a lo largo de su vida y merecen que el gobierno les responda con una contribución, así es que enhorabuena, pero yo los invito a que aprobando esta reforma vayamos por más y nos vayamos a que a partir de los 65 años se les entregue un apoyo a todas las mexicanos y mexicanos de este país”.
De hecho, el apoyo para adultos mayores ya se entrega, gracias a un decreto presidencial, a partir de los 65 años, pero lo que hace falta es formalizar la medida mediante una reforma constitucional. (Por Arturo García Caudillo)