El Vaticano informó que la salud del Papa continúa estable, con pequeñas mejorías en su capacidad respiratoria y motriz.
Durante la noche, ya no requiere ventilación mecánica con mascarilla, y su necesidad de oxígeno de alto flujo ha disminuido durante el día.
A pesar del progreso, los médicos aún no han determinado una fecha para su posible alta hospitalaria.
Mientras tanto, el Pontífice mantiene su rutina entre terapias, oración y algunas tareas, aunque no ha recibido visitas.
