Este viernes las instalaciones del Supremo Tribunal de Justicia fueron amuralladas para que su presidente, Daniel Espinosa Licón, pudiera cumplir con la obligación de rendir su informe de actividades.
Fueron dos polos los que se vivieron alrededor de la ceremonia: por una parte cientos de invitados en el interior del recinto y cerca de 200 personas sobre avenida Hidalgo y la calle Independencia para protestar porque no les fue renovado su contrato como trabajadores del Consejo de la Judicatura.
El presidente del Poder Judicial utilizó videos para destacar sus actividades del último año, con el volumen de las bocinas más alto de lo habitual para opacar los gritos de los manifestantes en el exterior. El evento provocó el cierre de varias calles para garantizar que los invitados pudieran llegar con bien al recinto.
Aunque las vallas impidieron la cercanía de las protestas, los manifestantes alcanzaron a lanzar insultos al gobernador Enrique Alfaro, quien les contestó agitando la mano y lanzándoles un beso. (Por José Luis Escamilla)