El Papa Francisco fue sepultado este sábado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, rompiendo con más de un siglo de tradición vaticana.
Su inhumación, en una tumba sencilla de mármol con la inscripción “Franciscus”, cerró 12 años de un pontificado enfocado en la defensa de los migrantes, el medio ambiente y la justicia social.
Más de 400 mil personas acompañaron la despedida en las calles de la capital italiana y en la Plaza de San Pedro, mientras en una ceremonia privada, el cardenal Kevin Farrell encabezó los últimos ritos junto a familiares del Pontífice.
