Finalmente le hizo justicia la Revolución al kiosco de la Policía de Guadalajara instalado en la explanada del templo Expiatorio, en la avenida Enrique Díaz de León.
Desde la semana pasada una cuadrilla de trabajadores municipales acudió al sitio para retirar todas las calcomanías y pósters de eventos, además que toda la estructura fue nuevamente pintada y se soldó la parte del techo que estaba desprendida.
También se repararon las cortinas metálicas y se colocaron candados y así evitar que otra vez indigentes se apropien del lugar.
Después de una buena manita de gato este módulo de policía otra vez está como para generar confianza. (Por José Luis Escamilla)