La primera ministra británica Liz Truss renunció al cargo menos de dos meses después de asumirlo.
La dimisión ocurre luego de las presiones por parte de su propio partido y tras el retiro de dos de sus más cercanos colaboradores.
En un breve pronunciamiento, Truss dijo que le había anunciado al rey Carlos III su renuncia a la jefatura del Partido Conservador y, por lo tanto, a su cargo como primera ministra.
Agregó que continuaría en el puesto hasta que se elija un nuevo líder.