El pleno del Ayuntamiento de Guadalajara aprobó reformas para que finalmente todas las calandrias que operan en el municipio sean eléctricas y ya no más impulsadas por caballos.
La migración a calandrias eléctricas inició en 2017 con la administración de Enrique Alfaro y finalmente se llegó a un acuerdo para el Gobierno del Estado aporte 50 por ciento de cada unidad y el municipio el otro 50 por ciento que serán entregadas en comodato a los calandrieros.
Explica lo aprobado la regidora Candelaria Ochoa, quien votó en abstención.
“Lo que pasa es que no consultaron a los calandrieros también me parece que debíamos tener una política de cuidado de los caballos, entonces yo voté en abstención”.
Se informó que los caballos que no puedan ser mantenidos por sus dueños podrán ser donados al Ayuntamiento de Guadalajara para que sean utilizados en trabajos de equinoterapia, aunque quien decida conservar su caballo lo podrá hacer. (Por Héctor Escamilla Ramírez)