Por necesidad de trabajar, una gran cantidad de ambulantes que todos los días se apuestan en calles y cruceros de la Zona Metropolitana de Guadalajara, soportan las altas temperaturas de la tercera ola de calor que afecta al país, como es el caso de don José Luis, vendedor de dulces.
“Para mi es más importante llevar dinero a mi casa, que el calor. A mi no me importa si llueve o hace frío. Yo a mis hijos siempre les he dicho ‘no nos podemos rajar’. Es más, una vez me dijeron, ‘papá, ¿qué significa rendirse?’, le dije: ‘mijito no soy machista, pero los hombres no conocemos esa palabra'”.
Don José Luis es una persona de la tercera edad que vende dulces de 7:00 de la mañana a tres de la tarde en calles tapatías.
Señala que se hidrata para evitar un golpe de calor, pero hasta hoy la única molestia que ha sentido por el intenso sol, es agotamiento. (Por Gricelda Torres Zambrano)