El papa Francisco condenó las políticas de deportación del gobierno de Donald Trump, afirmando que privan de dignidad a los migrantes y aumentan su vulnerabilidad.
En una carta a los obispos de Estados Unidos, el pontífice reconoció el derecho de los países a regular la migración, pero rechazó la criminalización de quienes buscan refugio.
Francisco advirtió que la expulsión masiva de personas por su estatus migratorio “terminará mal” y pidió que los gobiernos actúen con humanidad.
La Casa Blanca informó que más de 8,000 personas han sido arrestadas desde el 20 de enero, algunas enviadas a Guantánamo.
