Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, aseguró que en México, especialmente en Guerrero, se produce fentanilo y cocaína, lo que alimenta la violencia en la región.
En su reaparición pública tras meses de ausencia, avaló la iniciativa del presidente Donald Trump de combatir a los grupos criminales y declararlos terroristas.
Señaló que el fentanilo causa miles de muertes en Estados Unidos y respaldó la idea de tomar medidas más drásticas contra el narcotráfico en Guerrero y otras zonas del país.
