Aunque se detectaron afectaciones en el campanario del Templo de la Merced, el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, afirmó que el desplazamiento de la piedra angular de uno de los arcos no lo provocó el sismo, sino que ya presentaba alteraciones desde hace varias décadas. El templo no se cerrará, aunque sólo unas zonas quedarán restringidas mientras se realiza un reforzamiento.
“No pone en riesgo ni a los usuarios del templo, ni a los transeúntes, lo único que se va a hacer es un reforzamiento de las coronas que se tienen en los pilares del templo de La Merced”.
En la torre aplicará un refuerzo con apuntalamiento. El ingreso al templo no se restringirá y sólo quedará prohibido acercarse a tres pilares de cantera que dan a la calle de Pedro Loza. (Por Héctor Escamilla Ramírez)