Miles de personas se congregaron en las calles de Tokio para ver pasar el cortejo fúnebre del exprimer ministro japonés, Shinzo Abe, asesinado la semana pasada.
Aunque la ceremonia fúnebre era sólo para familiares y allegados, se formaron largas filas de personas vestidas de negro frente al templo para despedir al primer ministro que más tiempo estuvo en el poder en Japón.
Abe fue baleado el viernes pasado durante un acto de campaña, dos días antes de las elecciones de la Cámara Alta del parlamentó en las que su partido afianzó su mayoría.