La Basílica de San Pedro abrió sus puertas a miles de fieles que acudieron a dar el último adiós al Papa Francisco, cuyo féretro fue trasladado desde la capilla de Santa Marta en una emotiva ceremonia encabezada por el cardenal camarlengo Kevin Farrell.
El ataúd, escoltado por la Guardia Suiza, fue colocado en el Altar de la Confesión, donde los peregrinos, llegados de todo el mundo, desfilaron en silencio para rendir homenaje al Pontífice fallecido el lunes a los 88 años.
La basílica permanecerá abierta hasta el viernes por la tarde y el operativo de seguridad se intensificará rumbo al funeral del sábado, al que asistirán más de 200 mil personas y líderes de 170 países. (Foto: @VaticanNews)
