El Maratón de Guadalajara ahora desquició las calles del oriente de la ciudad y algunas del poniente.
Vecinos, pero sobretodo comerciantes dominicales, se toparon con cierres de calles y restricciones para circular lo que provocó su malestar.
Aquí lo que dice un tianguista de El Baratillo.
“No todos tenemos la dicha de descansar los domingos, algunos trabajamos también y necesitamos nuestras calles para poder transitar, para poder llegar a nuestro trabajo”.
Por otro lado, la desviación de más de un centenar de rutas de camiones trastocó la actividad de decenas de personas que trabajan los domingos pues el servicio se restableció de manera normal casi dos horas después de haber terminado el evento. (Por José Luis Jiménez Castro)