La tolerancia que municipio metropolitanos tienen para la instalación de máquinas tragamonedas, propicia que al no haber una restricción para el uso de estos artefactos en menores de edad, las infancias comiencen a temprana edad a desarrollar un comportamiento ludópata, así lo considera el doctor Erick Barrón, director del programa de Análisis de la Conducta de la Universidad de Guadalajara.
“Algo que hace que una actividad sea fácil de engancharse, es lo que denominamos como costo-respuesta, por poner ejemplo, si algo es muy difícil de hacer, la probabilidad de que lo hamos es mucho menor, y si algo es muy sencillo de hacer la probabilidad de que lo hagamos es mucho mayor. Ahora, si ese algo nos entrega recompensas de forma intermitente, es decir a veces sí y a veces no, es probable que nos enganchemos con ese algo. Entonces ese tipo de máquinas, de nuevo, depende mucho del contexto, depende mucho a los factores protectores, sí podríamos decir que tienen cierto diseño para probabilizar que las personas se enganchen hablando del bajo costo de respuesta y el alto nivel de recompensa”.
Ayuntamientos como Guadalajara y Zapopan no solo han tolerado la instalación de máquinas tragamonedas en algunos negocios sino también la operación de mil y casinos plagados con este tipo de artefactos. (Por Edgar Flores Maciel)
