A pesar de tener su ADN y una carpeta de investigación abierta por la desaparición en Tlajomulco de su hija Verónica, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses en Jalisco, le notificó a Lilia Orozco sobre su muerte, cuatro meses después de su localización.
“Mi hija estuvo desaparecida desde el 30 de junio del año pasado. A ella la encontraron el seis de octubre del año pasado, pero a mi me avisaron de su muerte hasta el 28 de enero de este año, teniendo mi ADN la Semefo, habiendo una carpeta de investigación por parte de Fiscalía de Desaparecidos y jamás se nos informó. Fue otra área la que dio con nosotros por otros medios para entregarme a mi hija, cuatro meses después”.
Además del duelo de perder a su hija de una forma violenta, Lilia Orozco reprocha la notificación tardía de la autoridad, mientras ella continuaba buscándola.
Verónica dejó en la orfandad a Santiago, un niño de nueve años de edad. (Por Gricelda Torres Zambrano)