La Iglesia católica reconoció el programa de desarme implementado en la Basílica de Guadalupe por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Este domingo, en su editorial “Desde la fe”, enfatizó que trabajar por construir la paz está en el ADN de la Iglesia.
Subrayó que en algunos casos esta labor le ha costado la vida a integrantes del clero, como sucedió con los jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos en la sierra de Chihuahua, o el padre Marcelo, en Chiapas, por lo que destacó que en México urgen acciones concretas para terminar con la violencia.