El esquema de fraudes a través de la compra y venta de tiempos compartidos en la que participan empresas vinculadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación, se ha vuelto vital para la operación del grupo criminal para financiar la nómina de los altos mandos en la zona, además de lavar dinero y tener otra fuente de ingresos, revelan fuentes de inteligencia estadunidense.
Señalan que una de las figuras centrales en este esquema es Eduardo Pardo Espino, quien encabeza una red de casi una veintena de empresas y otros seis operadores, entre ellos sus hombres de confianza: Brayan Moisés Luquin Rodríguez y Horacio Edmundo Lelo de Larrea, dedicados a defraudar.
Eduardo Pardo Espino, también es señalado por tráfico de metanfetamina y fue designado este año por el gobierno estadunidense como traficante de drogas.