Hooters of America, la cadena de restaurantes informales conocida por sus alitas de pollo y sus diminutos uniformes de camareros, se ha convertido en la última marca icónica de restaurantes en flaquear ante la persistente inflación y el menguante interés de los estadounidenses en comer fuera.
La compañía con sede en Atlanta se declaró en quiebra en Dallas, afirmando que una “crisis de liquidez” le impidió realizar las inversiones necesarias.
La empresa se vio afectada por la pandemia, y ha estado lidiando con la competencia de cadenas de comida rápida más económicas y la disminución general de la afluencia de clientes a los restaurantes.
