En respuesta al llamado que le hicieron para dejar de entrometerse en asuntos internos de Perú, el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó en contra del gobierno andino, al que calificó de racista y clasista.
“Fue un golpe del conservadurismo del Perú, de los mandamás del Perú, que, como los conservadores de México y de otros países, son clasistas, racistas y muy corruptos, porque lo que está de por medio son los intereses económicos que predominan en Perú y en México. Son las élites, las oligarquías de los países, no sólo del continente americano, sino del mundo”.
Insistió en su llamado a convocar a nuevas elecciones en Perú, dio la bienvenida a la familia del destituido presidente Pedro Castillo, a la cual concedió asilo político, y acusó al gobierno de Estados Unidos de estar involucrado en la destitución de Castillo. (Por Arturo García Caudillo)