Gilberto Castro y Everardo Ramírez son hasta el día de hoy tratados cómo héroes en el municipio de San Cristóbal de la Barranca.
Entre los dos y con la ayuda de maquinaria pesada salvaron de una muerte segura a un niño indígena, de cuatro años de edad, de nombre Kileo, quien quedó atrapado en la corriente del río en una crecida repentina.
Sin dudarlo Gilberto subió a un trascavo, se metió al río e hizo que el niño subiera a la pala para moverlo a lugar seguro.
“Sí, de repente empieza a subir y se viene la corriente pues sube rápido en cuestión de minutos. Me gustaría que si algún día alguno de mis hijos está en esa situación pues, se siente a gusto pues”.
Aunque su vida estuvo en grave riesgo a Kileo poco le importa lo ocurrido y sigue su vida como si nada.
Quizá algún día alguien le platique que gracias a Gilberto y Everardo él aún está con nosotros. (Por José Luis Escamilla)