El académico y miembro del Observatorio de Desaparecidos de la UdeG, Rogelio Barba Álvarez, considera que los colectivos de familias buscadoras, pudieron estar presentes en el retiro de indicios como los 400 pares de zapatos localizados en el Rancho Izaguirre, utilizado por el crimen organizado como centro de reclutamiento.
“Porque la Ley General de Víctimas y el Código Nacional de Procedimientos Penales establece que las víctimas pueden coadyuvar a la investigación. Yo creo que si ya se encontraba limpio seguramente fue porque ya se había hecho un análisis por parte de la fiscalía, pero yo creo que tuvieron que haber estado también los familiares, no? Las personas que están buscando a sus deudos”.
Las familias de personas desaparecidas calificaron como una burla su recorrido la semana pasada por el rancho, porque este estaba limpio, ya que no encontraron los zapatos y las prendas que hace tres semanas mostraron a la opinión pública los integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. (Por Gricelda Torres Zambrano)
