Tras la obtención de una suspensión definitiva obtenida por vecinos de Jauja contra la operación de la planta de transferencia de El Cielo, habitantes de la zona exigen que el ayuntamiento de Tonalá acate el mandato de las autoridades judiciales.
Amenazan con protestas y movilizaciones, además de recursos jurídicos para denunciar el desacato.
Los vecinos de Jauja acusan que aunque esperan que los problemas ambientales se agraven en la temporada de lluvias con el derrame de lixiviados, ya hay afectaciones. Habla una vecina.
“Pues los fuertes olores son demasiado, por ejemplo yo vivo cerca del centro de transferencia y en mi hogar es un olor que no se soporta”.
Los vecinos señalaron que el observatorio que se instaló, aunque ciudadano, tampoco ha intervenido a pesar de conocer de las suspensiones judiciales. (Por Héctor Escamilla Ramírez)