A partir de este viernes, todos los extranjeros mayores de 14 años que permanezcan más de 30 días en Estados Unidos deberán registrarse ante el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), salvo que ya hayan sido registrados al obtener su visa.
La medida, derivada de una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, reactiva una ley de 1940 y obliga además a portar en todo momento prueba del registro.
Quienes incumplan se enfrentarán a multas de hasta 5 mil dólares o seis meses de prisión.
La norma afecta especialmente a migrantes indocumentados y a visitantes canadienses de larga estancia.
Organizaciones civiles han advertido que esta medida busca forzar salidas voluntarias al facilitar la localización de extranjeros por parte del gobierno.
