Aunque la inflación en alimentos y productos del campo pega de manera severa a la población de más escasos recursos, la cuesta de enero se acentúa para el promedio de los mexicanos por el pago en impuestos como el predial o refrendo que se realizan cada arranque de año, considera el economista de la Universidad de Guadalajara, Juan Pablo Huerta.
“Bueno, la inflación de hecho viene nuevamente en una trayectoria descendente. Creo que lo que más ha impactado a los mexicanos ha sido la inflación que se ha presentado en grupos puntuales como el de alimentos y productos agropecuarios, sobre todo en los deciles de más bajos ingresos de la población que son los que más destinan ingresos para poder adquirir alimentos, y en estos casos la inflación se ha sentido bastante severa”.
Y es que el año pasado la inflación en el grupo de alimentos terminó en cerca del 18 por ciento, muy diferente al 4.5 que se espera confirme el Gobierno Federal. (Por Gricelda Torres Zambrano)