Glenn Miller se convirtió en uno de los directores de orquesta más renombrados a finales de los 30 y principios de los 40. Lo que parecía ser una carrera en ascenso, se vio truncada cuando a los 40 años, el 15 de diciembre de 1944, mientras atravesaba el canal de la Mancha con destino a Francia, el avión en el que Miller viajaba desapareció y nunca apareció su cuerpo.