El papa Francisco apeló a la fraternidad como base de esperanza del mundo ante el Año Nuevo, en la última misa celebrada este martes en la basílica de San Pedro del Vaticano.
El Pontífice también hizo referencia a las preparaciones de este último año en la ciudad de Roma de cara al Jubileo, celebración que se alargará durante todo 2025 y que empezó el pasado 24 de diciembre.
Esta festividad se celebra cada cuarto de siglo y ofrece la indulgencia de los pecados a los peregrinos que asisten a ella, que se espera que sean por lo menos 30 millones en los próximos doce meses.