La Constitución de 1917 soportó guerras civiles, asesinatos, regímenes autoritarios y un montón de reformas, pero bastó un poco de presión en su estructura más frágil para destruir su legado, afirmó el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, al rendir el informe sobre el periodo de receso recién concluido en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Pero esa voluntad parece haber flaqueado. Como las lágrimas holandesas destruir el legado de más de un siglo es tan fácil, que resulta sorprendente que no hubiera ocurrido antes. Ante la incapacidad de abordarla de frente, de jugarla con las reglas establecidas tan sólo resulta necesario ejercer un poco de presión en la parte más frágil para debilitar toda la estructura y en este punto no hay vuelta atrás”.
Lo anterior, en el marco de la sesión solemne de apertura del primer periodo ordinario de sesiones del 2025. (Por Arturo García Caudillo)