Aunque existían dos suspensiones emitidas por un juzgado de distrito, autoridades del municipio Tala terminaron talando los 59 árboles que había en la plaza principal del municipio, parte de los trabajos para remodelar el espacio. El ayuntamiento en dos ocasiones desacató y se justificó que no fue notificado a tiempo.
El vecino promotor del recurso, Salvador Amezcua, quien tramitó el amparo a nombre de su hija pequeña por la afectación a sus derechos ambientales, ahora pelea para que se restituyan los árboles derribados con árboles que cumplan la norma ambiental, sin embargo, el ayuntamiento terminó contestando un documento oficial con una burla:
“Ha habido varios incidentes y varios recursos por las por las mismas violaciones que te comento a las suspensiones que comete el ayuntamiento. Pues ya nos salieron con eso que, que estamos haciendo payasadas jurídicas”.
La respuesta oficial del ayuntamiento al Juzgado federal resulta controversial pues termina diciendo que la quejosa, cuando cumpla 18 años se dará cuenta de las “payasadas jurídicas de su padre” y que posiblemente le dirá ‘papi, que oso hiciste en mi nombre’”. (Por Héctor Escamilla Ramírez)