En Jalisco, cerca de 200 mil niñas, niños y adolescentes trabajan, muchos de ellos de actividades consideradas peligrosas y en condiciones que vulneran sus derechos, revelan datos del Modelo de Identificación de Riesgo del Trabajo Infantil, elaborado por el INEGI.
De los 125 municipios, 13 presentan un riesgo alto de trabajo infantil, principalmente en las regiones Altos y Sur, donde factores como el rezago educativo, el acceso limitado a servicios de salud y la pertenencia a comunidades indígenas agravan el problema.
Aunque una gran parte de estos menores colaboran en negocios familiares, también es común ver que piden dinero en zonas turísticas como Chapala y Poncitlán, informa la Procuraduría de Protección de infancias de Jalisco.
