Después de cinco días de caminata, la caravana migrante quedó prácticamente desarticulada en Chiapas tras aceptar una propuesta de las autoridades migratorias.
El Instituto Nacional de Migración ofreció a los casi dos mil sudamericanos y centroamericanos otorgar la forma migratoria múltiple, la cual les concede un permiso de libre tránsito por el país.
Otro acuerdo fue que recibirán raciones alimenticias; sin embargo, no obtendrán transporte como lo habían solicitado, de manera que los extranjeros tendrán que movilizarse con sus recursos.