Todos los días cientos de personas caminan con temor la banqueta que une a la avenida Vallarta con el Periférico porque la pésima iluminación de la zona lo convierte en una boca de lobos.
En este punto se reconstruyó la banqueta con motivo de la entrada en operaciones del Peribús, pero no se colocaron suficientes luminarias, situación que se suma al gran terreno baldío que está en este lugar.
“De verdad tengo que estar volteando a todos lados cada vez que estoy caminando porque me da mucho miedo. De hecho, se ven arbustos muy grandes, a veces las personas salen de aquí, no sé qué es lo que están haciendo, pero me ha llegado a tocar muchas veces que salen de allá. Nunca me ha pasado nada, pero salen personas de ese lado”.
Como ocurre en muchas partes de la ciudad las pocas luminarias encendidas apuntan hacia la calle y no a la banqueta, dejando desprotegidos a los peatones. (Por José Luis Escamilla)