En Buenos Aires se desató la locura en el desfile de los campeones, con tantos aficionados que el autobús que transportaba a los jugadores tuvo que detenerse y no fue posible llegar al Obelisco que era el epicentro de los festejos.
Los fanáticos querían estar cerca de los campeones del mundial de Qatar que incluso dos de ellos se arrojaron desde un puente con la esperanza de caer dentro del autobús descubierto. Uno lo logró y otro no por lo que tuvo que recibir asistencia médica, pero aun cuando fue retirado en camilla no dejaba de cantar y apoyar a sus seleccionados.
Las autoridades de Argentina cambiaron al plan B y utilizaron cinco helicópteros, para que los jugadores hicieran un sobrevuelo sobre Buenos Aires y así, a desde las alturas, saludar a los seguidores quienes, a pesar de no tenerlos cerca, se fueron contentos a sus casas.
Se calcula que hubo más de cinco millones de personas en las celebraciones, gracias a que el presidente de ese país sudamericano, decretó este martes como día de fiesta nacional. (Por Juan Carlos González / Foto: @Argentina)