Aumentó a 2 mil 719 la cifra de fallecidos y a más 4 mil 500 los heridos por el terremoto de magnitud 7.7 que el pasado viernes sacudió el centro-norte de Myanmar.
Por su parte, el prodemocrático Gobierno de Unidad Nacional, opuesto a la junta y que controla partes del país, informa que 8.5 millones de personas se han visto «directamente afectadas» por el terremoto.
Agencias de Naciones Unidas y la organización Médicos sin Fronteras subrayan que la falta de agua potable amenaza con empeorar la situación, con miles de personas que duermen a la intemperie cerca de los cadáveres que continúan en las calles, lo que implica riesgos de propagación de infecciones y enfermedades.
