Un atacante suicida del Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB) se inmoló este sábado en una estación de tren en Quetta, Pakistán, dejando al menos 26 muertos, incluidos soldados y personal ferroviario, y 62 heridos.
El ataque, dirigido principalmente contra militares, ocurre en medio de una prolongada insurgencia del ELB en la provincia de Baluchistán, donde exige independencia y denuncia la explotación de sus recursos por parte del gobierno central.
Este atentado es el más reciente de una serie de ataques en la región, que también ha afectado a ciudadanos chinos involucrados en proyectos de infraestructura financiados por Beijing.