El asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y el guía de turistas en Chihuahua, debería ser un punto de quiebre en materia de seguridad, considera la directora del Centro de Derechos Humanos del ITESO, Alejandra Nuño, quien esperaría cambios en la estrategia nacional.
“Es un llamado siempre a diferentes actores sociales y sobre todo a las autoridades para que recapaciten y por lo menos se sienten a conversar sobre diferentes formas de asumir la seguridad o inseguridad y la violencia en nuestro país. Debería de serlo. No podemos tener a más sacerdotes jesuitas y a más víctimas de delitos en el país. Ojalá que así sea”.
El asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora provocó no solo la indignación de la comunidad jesuita sino también las críticas del Arzobispado de México y la reacción y condolencias del Papa Francisco. (Por Gricelda Torres Zambrano)
