Más de 100 personas han fallecido en las últimas tres semanas en Turquía debido al consumo de alcohol adulterado, con 70 muertes registradas en Estambul y 33 en Ankara, según informó la cadena turca NTV.
Las autoridades han detenido a 13 sospechosos y decomisado 102 toneladas de alcohol metílico y etílico en un operativo contra la distribución ilegal.
El gobernador de Ankara, Vasip Sahin, advirtió sobre los riesgos de consumir alcohol no regulado y pidió a la población adquirirlo solo en establecimientos autorizados.
El alto precio del alcohol legal, impulsado por impuestos crecientes, ha fomentado la producción clandestina, que utiliza alcohol metílico, altamente tóxico.
La oposición ha criticado al gobierno por no abordar adecuadamente este problema de salud pública.
