Gabriel Alejandro, vinculado a proceso en marzo por el presunto feminicidio de tres mujeres, dos de ellas trabajadoras de la UTEG, se encuentra en un área de observación del Reclusorio Metropolitano, para evitar que pueda agredir a alguno de sus compañeros, explica el director del Sistema Penitenciario de Jalisco, José Antonio Pérez Juárez.
“No, el aislamiento es porque una persona en las condiciones psiquiátricas, de salud mental, de él puede también agredir. Puede entrar en un estado de desesperación, de ansiedad, porque es difícil que alguien lleve en la conciencia lo que él lleva y esté ajeno de tener una reacción de auto agredirse, por ejemplo”.
Aunque la ley les impide colocar cámaras, es monitoreado todos los días.
El joven solo ha recibido visitas de abogados, debido a que desde hace años rompió cualquier vínculo con su familia.
Solo un hermano se mantiene al tanto. (Por Gricelda Torres Zambrano)