Además de que las condiciones secas y frías estabilizan a algunos virus, el encierro y la baja exposición a la radiación solar favorecen el registro de problemas respiratorios durante la temporada invernal, asegura el infectólogo del Hospital Civil de Guadalajara, Jaime Briseño Ramírez.
“Y una vez que llega el frío tendemos a estar más encerrados. Cerramos las ventanas, no favorecemos la ventilación, vienen las posadas. Entonces tendemos a pasar más tiempo en espacios cerrados con pobre ventilación. Se ha documentado también que el frío en las fosas nasales pudiera afectar el desempeño”.
Sumado a las condiciones anteriores, el descenso de temperaturas que se registra en el último trimestre del año debilitan el sistema inmunológico de la población, particularmente de grupos vulnerables como las personas de la tercera edad y los niños. (Por Gricelda Torres Zambrano)