Este lunes entraron en vigor los aranceles del 10% y 15% que China impuso a productos agroalimentarios procedentes de Estados Unidos, en respuesta a los gravámenes aplicados por Washington sobre las mercancías chinas. Esta medida pone en la mira alimentos básicos como el trigo, la soja, y las carnes de vacuno y porcino.
Aunque China sigue siendo uno de los principales compradores de la producción agroalimentaria estadounidense, las importaciones desde el país norteamericano han disminuido en los últimos años en favor de países como Brasil, Australia o Ucrania, que ahora podrían beneficiarse de ventas aún mayores hacia el gigante asiático.
