El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una nueva ley que convierte la migración ilegal en delito estatal, al tiempo que obliga a la Policía Estatal y las guardias locales a apoyar a las autoridades federales que combaten la migración ilegal.
La nueva ley destaca que aquellos migrantes en situación irregular que cometan un homicidio en el territorio estatal serán sujetos automáticamente a la pena de muerte.
Además, incrementa la severidad de algunas conductas ilegales, como el fraude electoral, que antes era considerado un delito administrativo y ahora podrán ser juzgados como crímenes, castigados con cárcel.
