La administración de Donald Trump analiza la posibilidad de utilizar la base militar de Guantánamo para retener a migrantes en situación irregular, especialmente aquellos cuyos países, como Venezuela y Cuba, no aceptan deportaciones, informó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
La base, históricamente usada para sospechosos de terrorismo, opera con un estatus legal ambiguo y ha sido señalada por sus condiciones precarias.
La medida está en evaluación y dependerá de la decisión final del presidente, en medio de las estrictas políticas migratorias de su administración.