Una coalición de 11 fiscales generales de Estados Unidos, liderados por Nueva York y California, enviaron una declaración conjunta en respuesta a un memorando de la administración del presidente Donald Trump, dejando claro que los gobiernos de esos estados no participarán en la puesta en marcha de las leyes de migración.
Los fiscales demócratas recordaron que la Constitución de Estados Unidos impide que el gobierno federal ordene a los estados hacer cumplir las leyes federales.