El Ministerio de Agricultura alemán confirmó un brote de fiebre aftosa en Brandeburgo, tras la muerte de tres búfalos de agua.
Un laboratorio verificó la presencia del virus, altamente contagioso entre bovinos, ovinos, caprinos y porcinos, pero inofensivo para los humanos.
Como medida preventiva, se prohibió la salida de productos de la zona afectada hasta nuevo aviso.