Un terremoto de magnitud 7.3 sacudió el archipiélago de Vanuatu, causando graves daños en la capital, Port Vila, donde hospitales atienden a decenas de heridos y se reportan bloqueos por deslizamientos de tierra.
Aunque las cifras oficiales son inciertas, la Cruz Roja menciona al menos seis fallecidos. El epicentro se localizó cerca de la ciudad y fue seguido por réplicas, mientras las comunicaciones quedaron severamente afectadas.
Organismos internacionales, como la OMS, han desplegado equipos de emergencia para apoyar en la atención de las víctimas, en un país acostumbrado a actividad sísmica debido a su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico.