Guerrero presenta un rezago educativo de 40 por ciento, principalmente en los niveles básico y medio, debido a continuos paros magisteriales, la pandemia del 2020 y los desastres naturales.
Este atraso en la educación se agudizó en Acapulco por los daños que dejó el huracán “Otis” en la mayoría de las escuelas, de las cuales por lo menos 20 no volverán abrir.
A los daños en la infraestructura se suma la pérdida de matrícula, pues muchas familias decidieron mudarse a otras entidades como Morelos, Ciudad de México y Puebla, ante el temor de que otro ciclón de categoría cinco vuelva a golpear el puerto.