Los gobiernos de Oaxaca, Guerrero y Veracruz emitieron alertas y activaron protocolos de emergencia ante la proximidad de la depresión Once-E.
El Ejército mexicano aplica el plan DN-III-E y el Plan Marina, para evacuar a miles de personas hacia refugios temporales.
Las lluvias continuas provocaron inundaciones, desbordamientos de ríos y cortes en el suministro eléctrico, y afectan principalmente las zonas más vulnerables.
La Secretaría de Educación de Veracruz suspendió clases en cinco municipios ante la cercanía del sistema.